martes, 29 de mayo de 2012

EXPERIMENTAMOS



Como sabemos es muy importante que los niños desde edades tempranas aprendan de forma divertida y dinámica. Por eso propongo unos experimentos muy divertidos y muy fáciles de hacer.





INFLAR UN GLOBO SIN SOPLAR

Para realizar nuestro experimento necesitamos una botella de cristal pequeña y un globo.

En primer lugar metemos la botella en un congelador. Después de unas horas sacamos la botella del congelador y ponemos un globo en la boca de la botella. Por último, rodeamos la botella con nuestra mano y en cuestión de segundos el globo se llena de aire.

 






Explicación 


Al rodear la botella de cristal con nuestra mano calentamos el aire frío atrapado en el interior de la botella. Con la energía transferida aumenta la temperatura del aire, se incrementa la presión interna y el globo se infla en unos segundos.







INFLAR UN GLOBO CON LEVADURA Y AZÚCAR

Para realizar nuestro experimento necesitamos un recipiente con agua caliente, una botella, un vaso, un embudo, un globo, levadura prensada y azúcar.

Procedimiento:

1 Disolvemos un par de cucharadas de levadura en medio vaso con agua caliente.

2 Añadimos a la mezcla un par de cucharadas de azúcar y removemos un poco.

3 Transferimos la mezcla resultante a una botella de cristal pequeña.

4 Ponemos un globo en la boca de la botella.

5 Metemos la botella en un recipiente con agua caliente.

Observamos…. Que en un par de minutos el globo se infla.




Explicación


Las levaduras son microorganismos unicelulares que utilizan el azúcar como alimento liberando en el proceso dióxido de carbono. Con el gas liberado aumenta la presión en el interior de la botella y el globo se infla.

Al principio, cuando el oxígeno está presente en el interior de la botella, las levaduras crecen por respiración consumiendo oxígeno y produciendo dióxido de carbono. Pero cuando el oxígeno se termina las levaduras cambian a un metabolismo anaeróbico (sin oxígeno) y se produce la degradación de azúcar mediante fermentación que produce cantidades mayores de alcohol y de dióxido de carbono gaseoso.



UNA SORPRESA MAGNÉTICA

Para realizar nuestro experimento necesitamos un imán, un clavo y unas bolas de acero.
En primer lugar pegamos al imán una bola de acero. Luego cogemos el clavo y tocamos la bola con uno de los extremos del clavo. Al tirar del clavo la bola se queda pegada a la punta y sorprendentemente se separa del imán.

Explicación 


En contacto con un imán, un objeto de acero se magnetiza y se comporta como un verdadero imán. Al separar el objeto del imán pierde sus propiedades magnéticas.

En nuestro caso, la bola de acero se magnetiza por contacto con el imán y luego magnetiza el clavo de acero. En principio, podríamos pensar que el magnetismo es menor en el clavo al no estar en contacto directo con el imán. Sin embargo, el magnetismo es más intenso en la punta y al alejar el clavo la bola se separa del imán. Por último, al alejar el clavo del imán la magnetización desaparece y la bola se separa del clavo.



DERRETIR HIELO CON SAL O AZÚCAR
                                           
Para realizar nuestro experimento necesitamos unos platitos, sal, azúcar y tres cubitos de hielo.

En uno de los platitos ponemos un poco de sal y un cubito de hielo y en otro platito ponemos azúcar con otro cubito de hielo. El tercer cubito de hielo lo usaremos como referencia.

Después de unos minutos podemos ver que:

1 Los cubitos de hielo se derriten si se cubren con sal o azúcar.

2 El cubito de hielo en contacto con sal se funde más deprisa que el cubito con azúcar.

 

 


Explicación


En la superficie de los cubitos hay una capa de agua líquida en equilibrio con el hielo. Al añadir sal (o azúcar), parte de ésta se disuelve en el líquido que rodea los cubitos formando una disolución saturada que rompe el equilibrio con el hielo. Para recuperar el equilibrio la disolución tiende a diluirse y el hielo a enfriarse, lo que se logra fundiendo parte del hielo, que extrae el calor necesario para fundirse de la disolución, que se enfría por debajo de los 0 ºC. Por lo tanto, al añadir sal o azúcar sobre los cubitos de hielo se produce un descenso de la temperatura de fusión y los cubitos se funden.

Se conoce como descenso crioscópico a la disminución que experimenta la temperatura de fusión de una disolución (por ejemplo agua y sal) respecto a la temperatura de fusión del agua pura (0 ºC).

¿Pero por qué se funde más hielo con sal que con azúcar?
 La magnitud del descenso que experimenta la temperatura de fusión es directamente proporcional a la concentración de las partículas disueltas. La sal es un compuesto iónico que, al disolverse en agua, se separa en sus iones aumentando la concentración de partículas en la disolución. Por otra parte, el azúcar es un compuesto molecular que no se separa en iones al disolverse en agua. Por este motivo se produce un mayor descenso de la temperatura de fusión con la sal y los cubitos se derriten más deprisa
 



 



 


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